Para revisar el tema acerca de la tortura desde sus inicios, se requiere una concepción adecuada para la época. El sentimiento de superioridad así como la calificación de aquellas épocas no permite comprender la costumbre de los hombres que nos precedieron. Así, sin defender el pasado, es necesario no ver el pasado con ojos y categorías del presente. De ésta forma para valorar los procedimientos penales de la Baja Edad Media, se deben tomar en cuenta las costumbres y leyes bárbaras de los pueblos germanos, francos y visigodos.
Los romanos habían inventado muchas formas de tortura. Unas veces, después de dar muerte al criminal, suspendían su cuerpo de un poste o de una cruz. En otras ocasiones los hebreos, sin duda más graves, le suspendían vivo lo que según los rabinos, era el suplicio de los calumniadores y de los idólatras. La lapidación estaba también en uso entre ellos y era el suplicio de los blasfemos. La ley de Moisésseñalaba la pena del fuego contra aquél que se hubiese casado con la madre y con la hija y condenaba a las mujeres al mismo género de muerte. Los palazos o la verberación era un castigo cruel bajo cuyos golpes morían a veces los criminales. Los griegos practicaban la tortura entre los procedimientos judiciales (básanos), de aquí deriva el verbo basanixein que significa, verificar, mas únicamente se torturaba a los metecos y a los esclavos.
De ahí los romanos hereda la costumbre de "no es lícito torturar al hombre libre", la cruz pese que no era visto como método de tortura: condenaban a ella a los esclavos y a las personas de estratos y condiciones menos favorables. Sin embargo, antes de clavar a los reos en la cruz solían darlesazotes con correas, sarmientos u otros instrumentos preparados al efecto a fin de generar conmoción. Plutarco dice que los reos condenados a muerte de cruz estaban obligados a llevarla por sí mismos al patíbulo. Comúnmente, los aseguraban en la cruz por medio de clavos si bien otras veces los ataban con cuerdas. Este suplicio era tan común entre los antiguos que los latinos dieron al nombre de crux y a sus derivadas cruciatus y cruciare una significación que se refiere a toda suerte de penas y tormentos. El texto clave sobre la tortura aparece en el Digesto de Justiniano (Cap. XVIII, libro 48), de ahí se advierte que las confesiones arrancadas bajo tortura son inseguras. Además de prohibida la tortura a menores de 14 años y mujeres embarazadas. La Baja Edad Media (Siglo XI) el proceso penal era de dos tipos: Acusatorio, e inquisitorio, el primero requería de un acusador, y el segundo se daba únicamente por objeto de investigaciones. La diferencia clave recae sobre el método de prueba; mientras que en el acusatorio se requería una víctima, el inquisitorio recaía únicamente en el juez. De esta forma por el método acusatorio las pruebas presentadas eran de carácter subjetivo: A través del juramento purgatorio el cual solo era permitido para hombres libres, dejando en duda el carácter de justicia. Mientras que en contra parte el método inquisitorio se basaba sobre pruebas escritas, y testimonios. Dándole el mayor peso a la confesión, lo que más tarde condujo inevitablemente al empleo de la tortura como procedimiento penal.
Se colgaba también a los reos unas veces de un poste, otras de un árbol y solían vendar la cara del criminal durante el suplicio. Suspendían algunas veces a los reos de un pie solamente y les ataban un peso al cuello, otras veces de un brazo o de ambos y les ataban fuertemente hasta que expiraban. Se servían también de un cordón para apretar el cuello del criminal y ahogarle, como se hizo en Roma con Léntulo, uno de los cómplices en la conspiración deCatilina. Y este suplicio era en tal manera infamante y vergonzoso que los pontífices prohibían enterrar los cadáveres de aquéllos que lo hubiesen sufrido. La costumbre de cortar la cabeza con la hoz es muy antigua. Los romanos la usaron desde los primeros tiempos de la fundación de su ciudad. Y así es que los lictores llevaban entre las haces una seguro para este objeto. En Atenas y Roma se castigaba a los traidores de la patria precipitándoles en Atenas a un foso profundo y en Roma desde la roca Tarpeya. Marco Suecio, dictador de los albinos, fue descuartizado por orden de Tulio Hostilio por haber violado la alianza que había hecho con los romanos. El suplicio de la rueda, inventado en Alemania en tiempos de desorden, era muy raro antes del año 1538 y se dispuso contra los ladrones de camino real. La mujeres no han sido condenadas a él nunca por razones de decencia.1 En la actualidad algunas comunidades indígenas del oriente de Bolivia utilizan un tipo de tortura que consiste en atar a las personas, principalmente ladrones o violadores, al tronco de un árbol que ellos llaman "palo santo" y cuya principal característica es ser preferido por las hormigas carnívoras. En ese lugar se espera que hagan nido, y luego de amarrarlo allí lo abandonan a su suerte, y por consiguiente la víctima sufre múltiples picaduras dolorosas, que le inducen un shock nervioso, y teminan con su vida.[cita requerida] Los chinos fueron expertos en la aplicación de refinadas formas de torturas, tales como la aplicación de bambú cortado bajo las uñas, el cepo, y el método de la gota de agua.
MUSEOS DE TORTURA
Escrito el 17. jul, 2007 por Araque en Viajes y turismo | 39 comentarios | 7.303 visita(s) Desde que el pasado fin de semana visité la villa de Santillana del Mar y más concretamente un museo dedicado a la tortura no he dejado de pensar que debería escribir un 'post' relacionado con el tema, y aquí está. Mucha gente puede pensar que la tortura va muy ligada a la creación de la Santa Inquisición, pero la verdad es que esta institución, si bien se sirvió de elementos de tortura para obtener la confesión de los acusados, no era la única en practicar tan terrible método.Desde tiempos de los romanos y los griegos la tortura estaba considerada una practica necesaria y adecuada dentro del entorno judicial.
Pero lo que a mi me ha dejado más asombrado es la cantidad de artilugios inventados única y exclusivamente para crear daño, sacar confesiones, cumplir sentencias y porque no, por puro placer de torturar. Hoy día sabemos que esta es una práctica totalmente inútil pues una persona sometida a estas vejaciones y dolor físico siempre declarará lo que sea con tal de que cese su martirio. Me trae a la memoria esa fabulosa película titulada 'El crimen de Cuenca' dirigida por la formidable y querida Pilar Miró donde… (Atención, spoilers) tras la desaparición de un pastor, dos personas son acusadas por la madre de este, de haberlo matado. Apresados, son llevados a calabozos y torturados terriblemente por la Guardia Civil, de tal manera que no solo se acusaban el uno al otro, sino que ante el juez señalaban el lugar donde supuestamente habían enterrado a su victima.(Fin spoilers)
Seguidamente voy a incluir unas cuantas fotos de algunos instrumentos de tortura y ejecución con la explicación pertinente.
El toro de Falaris: Llamado así en honor a Falaris (Phalaris) tirano de Agraka, en Sicilia, que murió en el 554 a.c. El condenado era introducido en la efigie del toro de bronce y puesto en una hoguera, lo que convertía el interior en un horno. Los gritos y alaridos de este salían por la boca del toro lo que daba la sensación de que la figura mugía.
Escalera de estiramiento: Este instrumento ofrecía la posibilidad de infligir otros tormentos a la victima mientras se estiraba el cuerpo.
Rueda: Destinada a crímenes graves. El procedimiento se dividía en dos. En primer lugar al reo se le rompían los huesos y articulaciones de brazos y piernas en público asestando golpes con la rueda. Posteriormente se le ataba entre los radios de una rueda horizontal al extremo de un poste que después se levantaba para dar inicio a la segunda fase. Se les procuraba dar de comer y beber mientras aves y roedores les iban arrancado tiras de piel.
Potro: El reo era atado de pies y manos para ser estirado con un torno. Se producía dislocaciones y desmembramientos.
Sierra: Método utilizado desde tiempos bíblicos. Sobra toda explicación, el reo era colocado cabeza abajo para que no le faltase sangre al cerebro mientras lo 'serraban', y así conseguían que no muriese hasta llegar al ombligo e incluso al pecho en algunos casos. En España era un método de ejecución militar hasta el siglo XVIII.